![]() Opinion / Por Daniel Enrique Vilariño
Que Florezcan Cien Flores… Un poema chino se titulaba “Que florezcan 100 flores, y 100 escuelas de Pensamiento”. Instituida la Republica Popular China Mao Ze Dong y Zhou En Lai iniciaron una campaña, con ese titulo, para estimular la crítica intelectual; con el fin de afianzar mediante la misma el camino al Socialismo. Una vez comenzada la salida del infierno, post 2001, Néstor Kirchner rememoro esa frase. Estimulo a la participación intelectual ante el Nuevo Proyecto Nacional y Popular que se gestaba. En contraste con el caso chino, liderado por un hegemónico Partido Comunista, Kirchner ponía el acento más que en la crítica en la militancia diversa. El estallido de la representación política, consecuencia de la crisis mas devastadora en los 200 años de Historia Nacional, había dejado huérfanos de referentes a vastos sectores populares; muchos encauzaron su actividad en la militancia piquetero otros en agrupaciones políticas noveles. Sendos espacios abjuraban del neoliberalismo, del capitalismo salvaje y del pensamiento único que conlleva. Lo nuevo estaba por nacer y lo viejo se negaba a morir. Mientras muchos de los partidos tradicionales siguen el paradigma de desarrollo propuesto por el Capital Financiero; los nuevos actores sociales se muestran como un aire nuevo que tiene sus raíces en las mejores tradiciones nacionales. Las de las 3 banderas peronistas, aunque algunos no reconozcan su carácter partidario.- Néstor pide creatividad, dialogo y critica en estos sectores ante el desierto de ideas de los oponentes políticos. Estos últimos más mediatizados que pensantes solo son capaces de crear slogans y profetizar catástrofes en las pantallas de la televisión o ante la prensa corporativa.- Recostarse en las organizaciones populares es la táctica. La estrategia es delinear un país con inclusión. Ya con el segundo gobierno kirchnerista se alienta la confluencia de estas organizaciones en Unidos y Organizados. Se tiene que terminar con el excesivo caciquismo e institucionalizar el dialogo entre pares, con el liderazgo único de nuestra Jefa de Estado. El peronismo ya no representa la unidad movimiento obrero-ejercito-pequeña burguesía. Ha pasado mucha agua bajo el puente. El movimiento obrero ha dejado de ser la columna vertebral, el ejército es un actor ausente (gracias a Dios) y la pequeña burguesía fue diezmada durante el Proceso Neoliberal (1976-2001).- Reconstruir el tejido social implica retornar, aggiornado, al ideal de un país justo, libre y soberano. Somos parte de la Historia. El Estado mínimo que nos dejo el proceso extendido desde 1976 al 2001 exigió un formidable manejo político para, a partir de la reconstrucción del mismo, y con eje en la inclusión a través del trabajo comenzar a ver un horizonte de esperanza. Ya no está el movimiento obrero unificado detrás del proyecto. Los militares nacionales, los Mosconi, Savio, Mercante , están en proceso se reconfigurarse. La burguesía nacional, de existir, está tapada por los capitales concentrados.- El movimiento peronista se debe recostar en la ciudadanía y en estas novedosas formas de organización. Ya no tiene la configuración clásica de un movimiento y se asemeja más a un partido liberal. Solo las organizaciones libres del pueblo son la base de esto. La batalla cultural contra lo viejo, representado por las Corporaciones Multimediales aliadas a la Oligarquía Diversificada, necesita de esa Institucionalización. De militantes e intelectuales unidos, con un oído en el pueblo y con saberes técnicos para conducir al país en un camino que sea difícil de volver atrás. Cristina ya lo indico en su discurso del 25 de Mayo, es tiempo de empoderar al pueblo. La Unidad y la Organización deben ser el cauce y a la vez el soporte de este gobierno. La creación de un sujeto político policlasista que sirva de sustento a la transformación que nos merecemos. Ya florecieron las cien flores. Es Hora de la Cosecha y de estar Unidos.- |