![]() Opinion
A las 20:25 horas del 26 de julio de 1952
Por Pablo Vázquez Politólogo; Docente de la UCES; Miembro de Número de los Institutos Nacionales Eva Perón y Juan Manuel de Rosas
Hace 71 años una revolución imparable puso la Argentina en marcha. Distribución de la riqueza y pleno empleo, Planes Quinquenales y derechos sociales, con el respaldo pleno de un movimiento obrero organizado bajo la conducción de Perón y Evita. Ella, de primera dama o líder política: promovió el voto femenino, redobló su obra en la Fundación de Ayuda Social, impulsó al Partido Peronista Femenino, profundizó su relación con la CGT y se desvivió en dignificar al Pueblo.
Ninguna crítica despiadada de la oposición le hizo mella. Pero lo que ellos no pudieron, lo pudo su cuerpo. Luego – tras el intento de golpe del Gral. Menéndez – el suministro secreto de Evita a la CGT de armas y el intento de milicias obreras fue abortado por quienes luego volverían esas armas contra Perón. Ya en el ‘52 la suerte estaba echada, pero aún daba batalla como en el discurso del 1º de mayo donde llama a defender a la Revolución y a su Líder. Al borde de su fin compromete a su amor: “Juan, pase lo que pase, lo único que te pido es que no abandones nunca a los grasitas”. Como expresó Maria Elena Walsh en su poema "Eva" de 1976: "Días de julio del 52 ¿Qué importa donde estaba yo? II No descanses en paz, alza los brazos no para el día del renunciamiento sino para juntarte a las mujeres con tu bandera redentora lavada en pólvora, resucitando. Queda potenciar nuestro compromiso, ya que ella nos reclama luchar fanáticamente, bajo la fe peronista y el amparo del Movimiento Obrero Organizado como fuerza revolucionaria de la Patria. |